Nuestro Jardín se vuelve escuela ambiental con Inspiración Comfama

A través de las estrategias: El Jardín en la escuela y Jardín museo vivo los participantes del programa aportan al conocimiento de la flora, la conservación de los bosques, la adaptación al cambio climático y al aprendizaje de prácticas sostenibles para la vida.

La propuesta El Jardín en la escuela, pensada para las regiones, ha tenido presencia en dos regiones del departamento durante el 2018: El Oriente Antioqueño y el Magdalena Medio.  

El pasado mes de octubre un equipo de educadores ambientales estuvo sensibilizando a 312 estudiantes de la institución educativa rural La Sierra del municipio de Puerto Nare.  

Con las actividades desarrolladas a través de esta propuesta educativa y las herramientas didácticas de la maleta botánica, se identificaron las plantas de uso común en la vida cotidiana de los estudiantes, reconociendo principalmente sus propiedades medicinales y curativas de las que han hecho uso en la región por generaciones.  

Después de las jornadas, se llevaron a cabo caminatas de reconocimiento del territorio y su vegetación, donde los estudiantes y algunos habitantes de la comunidad, se convirtieron en los guías de los educadores para mostrarles su territorio. A su vez, los educadores tuvieron la oportunidad de compartir sus conocimientos sobre los servicios ecosistémicos que los árboles más representativos prestan en el Municipio y cómo ellos ayudan a la economía local.   

En las tardes y hasta en las horas de la noche, realizaron talleres de origami y artesanías con elementos reciclables, acompañados de gran cantidad de niños y jóvenes que querían seguir aprendiendo sobre el cuidado del medio ambiente. “Cuando yo sea grande quiero ser un científico de la tierra” dice Pablo de 10 años mientras observa a través del estereoscopio los estambres de una flor, “Yo quiero estudiar ingeniería ambiental para ayudar a las personas y al planeta” nos dijo Sofía Quintero de 16 años; “Colombia es hermosa y muy rica, pero no nos damos cuenta” reflexionó Martín Perea de 12 años.

Aprovechando estas experiencias, los educadores hicieron una sensibilización sobre la importancia de los reconocer la flora local y se incentivó la elaboración de un herbario propio con muestras de la vegetación de la región.